No hace falta estudiar una carrera para escribir artículos más eficaces, que atraigan a quienes queremos llegar y lograr que quieran seguir leyendo. Si empiezas a poner en práctica las sencillas claves de este artículo, pronto empezarás a publicar entradas en tu blog que atraigan y retengan.
¿Qué encontrarás en este artículo?
Escribir y publicar para Internet. El contexto importa.
Antes de ponerte a redactar o planificar necesitas comprender que nuestras publicaciones tienen que adaptarse al medio. No es lo mismo escribir una novela, que un guión para película, para una serie o una obra de teatro. Aunque la historia sea la misma, el contexto es totalmente diferente y has de adaptar el contenido para lograr que “funcione”.
Lo mismo ocurre con Internet. Has de comprender la situación de tus lectores y lectoras, qué buscan, qué ofreces y en qué condiciones leerán lo que estás comunicando. Así que veamos algunas claves sobre los contenidos online:
- Utilidad y valor. Una importante cantidad de los textos que se leen en Internet son el resultado de una búsqueda concreta para solucionar dudas o necesidades. Por ello, tus textos, tienen que dejar claro desde el principio qué problema solucionan y por qué deberían de “gastar su tiempo” en leer tu contenido.
- Escaneos más que lecturas. Muchas visitas se realizarán desde entornos poco indicados para una lectura profunda, por ejemplo, mientras esperamos en una cafetería a que llegue una cita. Por ello hay que facilitar el “escaneo” de la información, para transmitir lo antes posible el valor que ofrece tu publicación y tratar de encandilar para que lo lea más adelante con calma (o soliciten nuestros servicios).
- Competencia brutal.Internet es la jungla de los contenidos. Tienes que ser original y distinguirte. Si haces lo mismo que todo el mundo, serás invisible y no te recordarán.
- Para todo el mundo. Internet es un canal universal. Ten en mente que tus visitas pueden tener diferentes niveles de conocimientos. Utiliza un lenguaje accesible, pero correcto.
Planificar tu entrada
Antes de empezar a redactar nada has de tener muy claras tres cuestiones, ya que de las respuestas a estas preguntas va a depender el resto del trabajo de redacción y publicación:
- ¿Para quién? Define bien el público objetivo de tu publicación. Es importante conocer al colectivo a quién te diriges y tener sus circunstancias en mente.
- ¿Qué? Piensa de forma clara y concreta qué problema concreto de tu visitante resuelves.
- ¿Por qué? Dale un motivo para gasta su tiempo en leer tu contenido. Deja claro desde el principio, qué beneficio obtendrá si lee tu entrada.
Escribe las respuestas a estas preguntas de forma clara y concisa en un párrafo y luego resúmelo en un titular. Ya tienes el inicio de tu entrada. Ahora toca ampliar la información y dar lo que ofreces, es decir, cumplir con las expectativas.
Captar la atención: títulos y fotografías
Para conseguir que alguien acceda, lea (al menos un párrafo) y/o comparta, disponemos de dos herramientas: El título y la fotografía asociada. Por si fuera poco, este título y foto, se va a mostrar en medio de un montón de contenido optimizado para captar la atención del mismo lector. Es decir, estamos compitiendo por su atención.
Por todo esto, no debes dejar al azar la redacción del título y la elección de la fotografía asociada, es un aspecto crítico. Si has hecho una buena planificación, has de buscar un título que muestre claramente qué problema soluciona tu publicación y qué beneficio obtendrá si lo lee. Como ejemplo, te invito a que vuelvas a leer el título de este artículo. Como ves, sigue esta estructura y ha llamado tu atención, has hecho clic (y espero que lo compartas 😉 )
En cuanto a la fotografía, es recomendable elegir una imagen con personas y que genere emociones. La emoción “ataca” al inconsciente y puede lograr que una persona haga clic, pulse el “Me gusta” o comparta, sin saber muy bien porqué.
La redacción de títulos y selección de imágenes es un arte y una ciencia, pero como ves, el resumen y lo más importante es simple.
Mantener el interés. Mejora tu estilo de redacción
Ahora que comprendemos el reto que supone atraer visitas a nuestros contenidos, la siguiente misión es conseguir que sean interesantes y que lean la mayor cantidad del texto posible. Aún así, si no lo leen todo, tampoco sería un fracaso. Por ello se habla de la “pirámide invertida”.
La pirámide invertida
Es un modelo para exponer la información que va desde lo más importante a los detalles más genéricos. Básicamente es “ir al grano”. Piensa que es posible que en menos de un minuto tu visitante tenga que apagar el móvil porque estaba esperando a que saliera su hijo de una actividad, por ejemplo. Si has “perdido el tiempo” escribiendo una serie de párrafos introductorios con un texto que no aporta valor, no trata del problema, ni muestra la solución que vas a ofrecer, lo más probable es que no vuelva a tu artículo.
Lenguaje cercano
Se trata de que los textos sean útiles y se puedan leer fácilmente, no de alimentar nuestro ego. Si utilizamos un lenguaje demasiado complejo para hacer ver que somos “eminencias” perderemos muchas visitas. Nuestra forma de expresarnos tiene que mantener un equilibrio entre la corrección y la facilidad de lectura, intentando evitar en la medida de lo posible el lenguaje técnico. Algunas recomendaciones:
- Evitar el lenguaje técnico, en la medida de lo posible.
- Utilizar frases cortas y estructuras sencillas (sujeto – verbo – predicado). No estamos escribiendo poemas, ni ensayos…
- Economía de palabras y conceptos. No repetir, ampliar.
Storytelling
A los humanos nos encantan las historias. Es más fácil transmitir un concepto, que se recuerde y que genere emociones significativas, si lo expresamos a través de una historia [Marsha Rossiter, 1999]. En este artículo, por ejemplo, he mencionado a una persona que espera una cita, o alguien que espera a que salga su hijo de una actividad… Esto es una muestra sencilla de cómo utilizar “historias” dentro de un texto, para hacerlos más accesibles y emocionales.
Guardar las formas. Mejora el formato de tus publicaciones
En Internet, tan importante como el contenido son las formas y es que a igualdad de “beneficio”, elegiremos un texto atractivo y bien estructurado, antes que un bloque de texto.
Facilita el escaneo
Ya hemos explicado el por qué, al principio, ahora nos centraremos en el cómo. Si te has fijado, este artículo está claramente estructurado para que puedas acceder y leer con más detalles aquello que más te interese. Mi intención no es hacerte perder el tiempo, por eso sigo estas pautas:
- Tabla de contenidos al principio. Rápidamente puedes detectar qué te interesa más.
- Niveles de esquema, tipografías y formato. Utilizar estos elementos facilitan la identificación clara de los contenidos, para que cada cual elija qué lee.
- Tamaño de letras y separación suficiente. ¡No hay que ahorrar papel! El espacio y el “aire” alrededor de los párrafos, bloques temáticos y líneas es fundamental. Requiere menos esfuerzo y facilita que toda la atención se dedique al contenido.
- Utilizar listas de elementos, en lugar de frases separada por comas (como esta).
- Citas resaltadas. Si crees que hay alguna frase de especial valor, puedes resaltarla para animar a que lean el contexto, pero siempre desde la honestidad, nunca hagas trampas, porque al final perderás al visitante.